Los trastornos del neurodesarrollo afectan el desarrollo del cerebro y del sistema nervioso. Pueden provocar problemas en la interacción social, la comunicación, el comportamiento, el aprendizaje y otros aspectos de la vida diaria. Tanto el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) como el trastorno del espectro autista (TEA) se consideran trastornos del neurodesarrollo, pero difieren en sus síntomas principales y en los mecanismos subyacentes.
En este blog, analizaremos las características clave del TDAH y el TEA en los niños, sus principales diferencias y exploraremos cómo Terapia ABA puede ayudar a los niños con TEA y TDAH a prosperar en su vida diaria.
¿Qué es el trastorno del espectro autista?
El trastorno del espectro autista (TEA) es un trastorno complejo del neurodesarrollo que afecta la forma en que una persona se comunica, interactúa con los demás y experimenta el mundo. Se considera un trastorno del «espectro» porque las personas con TEA presentan una amplia gama de síntomas y tienen diferentes niveles de necesidades de apoyo. Si bien el autismo es una afección que dura toda la vida, la intervención y el apoyo tempranos pueden mejorar significativamente los resultados de los niños con trastorno del espectro autista.
Síntomas del autismo
Si bien cada niño con TEA es único, hay algunos síntomas comunes a tener en cuenta. Estas son algunas áreas clave afectadas por el autismo en los niños:
- Comunicación social: Los niños con este espectro pueden tener dificultades para entender las señales sociales, interpretar las expresiones faciales y el lenguaje corporal, participar en interacciones sociales típicas o participar en conversaciones de ida y vuelta. Es posible que tengan dificultades para lograr la reciprocidad social, para turnarse o para compartir con los demás.
- Habilidades de comunicación: Los problemas con la comunicación verbal y no verbal son comunes en el TEA. Esto puede incluir retraso en el habla, dificultad para entender el lenguaje, uso repetitivo de frases o problemas con el ritmo y la entonación del habla. Algunos niños con TEA pueden tener dificultades para expresar sus necesidades o pensamientos verbalmente.
- Comportamientos e intereses repetitivos: Pueden mostrar obsesiones y comportamientos repetitivos, como aletear las manos, girar o alinear objetos. También pueden tener intereses intensos y limitados en los que se centran repetidamente. Es posible que prefieran rutinas específicas y tengan dificultades con las transiciones o los cambios.
- Procesamiento sensorial: Los niños con TEA pueden tener sensibilidades sensoriales que los hacen sentir incómodos con ciertas imágenes, sonidos, texturas u olores. Es posible que se sientan abrumados por los ruidos fuertes, las luces brillantes o los olores fuertes.
Como hay diferentes Tipos y niveles de TEA, los niños presentan una amplia gama de síntomas y tienen diferentes niveles de necesidades de apoyo. Reconocer estas áreas clave puede ayudarnos a entender las diversas formas en que se presenta el autismo y a crear entornos más inclusivos y de apoyo.
Diagnóstico del autismo
El diagnóstico del trastorno del espectro autista, especialmente en los niños mayores, puede ser más complejo que en los niños más pequeños. El proceso de diagnóstico implica una evaluación integral para comprender las necesidades de la persona:
- Evaluación clínica: Un profesional calificado, a menudo un pediatra especializado en el desarrollo, un psicólogo infantil o un neurólogo, realizará una evaluación exhaustiva y recopilará información sobre el desarrollo, el comportamiento y las interacciones sociales del niño de parte de los padres, maestros y cuidadores.
- Observación directa: El proveedor de atención médica puede observar al niño directamente y evaluar sus habilidades sociales y de comunicación, su sensibilidad sensorial y sus comportamientos repetitivos.
- Evaluaciones estandarizadas: Las evaluaciones formales, como el Programa de observación diagnóstica del autismo (ADOS) y la entrevista diagnóstica revisada del autismo (ADI-R), pueden usarse para ayudar en el diagnóstico.
- Evaluación médica: Se puede realizar una evaluación médica para descartar otras afecciones médicas que podrían estar causando los síntomas del niño.
Una vez que se haga el diagnóstico, el médico recomendará la terapia ABA, ya que es el estándar de oro de la terapia para las personas diagnosticadas con autismo. También pueden recomendarle que se comunique con el distrito escolar local para obtener un IEP. Los IEP son documentos legalmente vinculantes que describen las metas educativas específicas de un estudiante y cómo la escuela lo ayudará a alcanzar esas metas.
¿Qué es el trastorno por déficit de atención con hiperactividad?
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es un trastorno del neurodesarrollo que afecta la capacidad del niño para concentrarse, controlar los impulsos y gestionar sus niveles de actividad. No es un problema de conducta ni un signo de pereza; es una afección que afecta la capacidad del cerebro para regular la atención y el comportamiento. El TDAH con frecuencia se diagnostica en la primera infancia y puede persistir hasta la adolescencia y la edad adulta.
Síntomas del TDAH
Los síntomas principales del TDAH se dividen en tres categorías:
- Falta de atención: Los niños con TDAH pueden tener dificultades para concentrarse en las tareas, prestar atención o seguir instrucciones. Es posible que se distraigan con facilidad, pierdan el interés rápidamente o tengan problemas para organizar sus pensamientos y tareas.
- Hiperactividad: Los niños con TDAH pueden estar en constante movimiento, inquietos o retorciéndose. Es posible que tengan dificultades para permanecer sentados y quietos, especialmente en situaciones que requieren que estén tranquilos y atentos.
- Impulsividad: Los niños con TDAH pueden actuar sin pensar, tener dificultades para esperar su turno, interrumpir a los demás con frecuencia o apresurarse a realizar actividades sin tener en cuenta las consecuencias.
Reconocer estos síntomas hiperactivos e impulsivos es vital para el diagnóstico y la intervención tempranos, lo que puede mejorar significativamente los resultados de los niños con trastorno por déficit de atención con hiperactividad.
Diagnosticar el TDAH
Por lo general, el diagnóstico del TDAH lo realiza un profesional de la salud calificado, como un pediatra, un psiquiatra o un psicólogo. El diagnóstico del TDAH suele incluir criterios diagnósticos como:
- Evaluación clínica: El proveedor de atención médica recopilará información sobre los antecedentes, el comportamiento y los hitos del desarrollo del niño de parte de los padres y maestros.
- Observación: El proveedor de atención médica puede observar al niño directamente para evaluar su comportamiento, atención e impulsividad.
- Evaluaciones estandarizadas: Se pueden usar herramientas de evaluación estandarizadas, como cuestionarios, escalas de calificación y pruebas conductuales, para ayudar en el diagnóstico.
- Descarte otras condiciones: El proveedor de atención médica descartará otras afecciones, como problemas de aprendizaje, trastornos de ansiedad o problemas para dormir, que podrían estar contribuyendo a los síntomas del niño.
Recuerde que si tiene dudas sobre el desarrollo de su hijo, hable con su pediatra. El diagnóstico y el tratamiento tempranos pueden mejorar significativamente los resultados de los niños con TDAH.
Puntos en común y diferencias entre el autismo y el TDAH en niños
Si bien tanto el trastorno del espectro autista (TEA) como el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) son trastornos del neurodesarrollo que afectan la comunicación, la interacción social y el comportamiento, tienen características centrales distintas. Estos rasgos superpuestos pueden dificultar el diagnóstico.
El TEA implica desafíos con la comunicación social, las conductas repetitivas y el procesamiento sensorial, mientras que el TDAH se caracteriza por la falta de atención, la hiperactividad y la impulsividad. Por ejemplo, si bien los niños con TDAH pueden tener problemas para concentrarse y seguir instrucciones, los niños con TEA pueden tener dificultades para entender las señales sociales y entablar una conversación recíproca.
Reconocer las características únicas de ambos trastornos es esencial para brindar el apoyo adecuado que necesitan los niños con TDAH y autismo.
Terapia ABA para TEA y TDAH
La terapia ABA se usa con frecuencia para apoyar a los niños con autismo, pero también puede ser una herramienta valiosa para controlar algunos aspectos del TDAH. Los estudios han demostrado que alrededor del 80% de los niños que reciben la terapia ABA obtienen resultados positivos, como una mayor independencia y una reducción de las conductas desafiantes.
La terapia ABA puede ayudar a los niños con TDAH y TEA a desarrollar habilidades cruciales en áreas como la comunicación, la interacción social y la regulación del comportamiento. Para los niños con TEA, la ABA ayuda a mejorar socialización, habilidades de comunicación, y gestionar las sensibilidades sensoriales. Para los niños con TDAH, la ABA se centra en aumentar la atención, reducir la impulsividad y mejorar las habilidades de autorregulación.
En Levántate por el autismo, entendemos los desafíos únicos a los que se enfrentan los niños con estas afecciones y ofrecemos una terapia ABA personalizada para promover la autosuficiencia y la independencia.
Cómo Rise Up for Autism ayuda a los niños con TEA en Illinois
En Rise Up for Autism, entendemos las complejidades de los trastornos del neurodesarrollo. Nuestro equipo de profesionales con experiencia brinda servicios de apoyo integrales, incluida la terapia ABA, para ayudar a las personas con trastorno del espectro autista a prosperar en todos los aspectos de la vida.
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